Una suave guitarra acústica y una voz femenina íntima crean una atmósfera reflexiva y melancólica, que florece gradualmente con cálidos pads de sintetizador y sutiles texturas electrónicas. Se desarrolla emocionalmente en un paisaje sonoro cinematográfico, ideal para escenas introspectivas, narraciones sinceras o la exploración de temas de tecnología y conexión humana.